martes, 4 de junio de 2013

Año 2013, nuevas alumnas, nuevos escritos. En esta entrada, con la que reinauguramos el blog, una selección de textos donde las alumnas escriben sobre sus recuerdos acerca de la literatura en sus vidas. 


El Paraíso.
                                                         por Leticia Rodriguez
 Si miro hacia atrás escucho en mi memoria las canciones en la voz de mamá, y un cuento distinto cada noche a la hora de dormir. Recuerdo que solía ser la protagonista de mucho de ellos, pero otras veces, chanchitos, princesas, reinas, lobos feroces, patitos, y otros personajes, aparecían y desataban mi imaginación. Al final, llegaba el hada de los sueños y un beso cálido de despedida hacía que me quedara dormida y soñara siempre cosas lindas.
 Al comenzar un nuevo día esperaba ansiosa que despertara mi hermano, mi primer amigo, mi compañero de aventuras. Solíamos jugar juntos todo el tiempo, a veces a las muñecas y otras veces ¡claro! a las carreras de autos entre otras cosas.
Cantar, bailar, jugar todo el día, sentir la magia en cada rincón, construir con alegría y amor un mundo perfecto. Un caramelo era una hermosa sonrisa y un abrazo de mamá o papá significaba protección.
 Mirar hacia atrás es encontrar en mi memoria el paraíso.



                                                 Los Cuentos de la Abuela.

                                                                             por Anabela Cieri Portillo 

 En mi secundaria, más precisamente en 5to año, en 2011, comenzamos en  Literatura con las poesías. Al principio me costaba inventar  frases que rimen, mi mamá me contaba que a ella le encantaba escribir poesía en su adolescencia. Un día que yo estaba haciendo la tarea, me mostró todas las poesías que tenía guardadas, todas hablaban del amor y otras de desamor.
Nos pusimos a compararlas con las que yo estaba escribiendo, y fue algo muy gracioso, porque había estrofas que eran idénticas a las que yo había escrito.
Luego de terminar de compararlas marcamos todas las estrofas o versos que eran iguales o parecidos y los escribimos en hojas apartes.
Al terminar de pasarlas, nos quedaron 2 hojas llenas.
Mi mama me contaba que esas poesías las construía mediante las historias de amor y cuentos que le leía mi abuela.
Y me dijo que a mí también me las leía, pero yo no me acordaba porque tenía entre cuatro y seis años. Y que seguramente coincidíamos en esos versos o estrofas porque los relacionábamos con esas historias que nos contaba mi abuela.


                                   Mi abuela y yo.
                                     por Mariana Cottet

Un recuerdo muy plasmado que tengo de mi infancia es que cuando iba a lo de mi abuela, siempre le decía: "Leeme un cuento". Ella no tenía problemas porque le encantaba hacerlo. Nos sentábamos en su cama, apoyando nuestras espaldas en el respaldo y las piernas sobre el colchón para estar más cómodas y ahí me leía.
Lo que sentía en ese momento era hermoso, porque su modo de leer tranquila las historias me ayudaba a imaginarme a mí como protagonista, por más que fuera un animal el personaje. También recuerdo que sentía su aroma a cremas mientras me leía y yo escuchaba con atención. 





Mi cuentacuentos
                                                  por Melissa Dutra

"¡Leeme un cuento!" le decía a mi mamá susurrando y me acostaba a su lado casi todas las noches. Pero ella no leía sino que inventaba. Me contaba muchas historias, aunque yo siempre elegía la misma: "la del árbol y el gigante, ma...". Ella, muy entusiasmada, a pesar del cansancio que tenía después de un día de trabajo, me relataba esa historia que tanto, siempre, me gustó.
Hoy, ya en mi juventud, la sigo recordando. Las noches que no puedo dormir pienso ese cuento y las imágenes que yo inventaba mientras escuchaba su voz invaden mi pensamiento y me dejan descansar. 






1 comentario:

  1. ¡hermosos los relatos chicas¡sigamos compartiendo y cultivando el jardín de palabras¡¡¡abrazos. nati.

    ResponderEliminar